Frases de Sylvia Plath
Sylvia Plath fue una importante escritora, pero igualmente una gran poeta, de origen estadounidense, a quien se le reconocen obras como La campana de cristal, pero también otras dirigida a los niños.
Nació el 27 de octubre de 1932, y desde temprana edad se interesó por escribir, logrando mucho en parte de su vida adulta.
Lamentablemente, su muerte llegó demasiado temprano, el 11 de febrero de 1963, cuando se suicidó. Sin embargo, sus palabras y frases siguen vivas para muchos, por el mensaje que dejan:
Frases de Sylvia Plath feministas
El feminismo se puede señalar como el movimiento que exige la igualdad de las mujeres ante los hombres, pues no es un secreto que existe una desigualdad social, política, educacional, etc., entre ambos sexos, y muchas mujeres, incluso Sylvia Plath se han pronunciado al respecto, en su caso, con estas frases:
- Si ser neurótica es decir dos cosas mutuamente excluyentes en el mismo momento, entonces soy endemoniadamente neurótica. Estaré volando de una a otra cosa mutuamente excluyente durante el resto de mi vida.
- Las mujeres no son máquinas en las que pones monedas de bondad hasta que el sexo se cae.
- Tengo miedo de casarme. Ahórreme de cocinar tres comidas al día, prepárese de la implacable jaula de la rutina y la rutina.
- Seré una de las pocas poetisas en el mundo completamente feliz de ser mujer, no una de esas amargadas y frustradas, retorcidas imitadoras de hombres, que en su mayoría acaban destrozadas.
Frases de Sylvia Plath motivadoras
La desmotivación con respecto a los objetivos planteados, puede llegar por muchas razones, pero lo importante es volver a retomar el camino hacia ellos, lo que puede bastar con simplemente leer frases motivadoras, y a continuación, podrás leer las mejores de Sylvia Plath, las cuales te animarán a continuar:
- Antes de entregar mi cuerpo, debo entregar mis pensamientos, mi mente, mis sueños.
- Quizás algún día me arrastre de regreso a casa, vencido, derrotado. Pero no mientras pueda hacer historias de mi angustia, belleza de la tristeza.
- Y, por cierto, todo en la vida se puede escribir si tienes las agallas para hacerlo y la imaginación para improvisar. El peor enemigo de la creatividad es la duda.
- No es fácil expresar lo que has cambiado. Si ahora estoy viva entonces muerta he estado, aunque, como una piedra, sin saberlo, quieta en mi sitio, mi hábito siguiendo.
Frases de Sylvia Plath para compartir
Si te gustan las palabras que alguna vez pronunció o escribió Sylvia Plath, en el siguiente listado dispones de una gran cantidad de frases geniales que debes tener en cuenta, para compartir en las redes sociales o en otras plataformas:
- No hay nada como vomitar con alguien para convertirte en viejos amigos.
- Tengo que admirar profundamente a alguien para valorarlo como amigos.
- Amo a la gente. Todo el mundo. Los amo, creo, como un coleccionista de sellos ama su colección.
- Mi alma debe estar detrás de ti. Estoy matando mi carne sin ella.
Frases
01- Si ser neurótica es decir dos cosas mutuamente excluyentes en el mismo momento, entonces soy endemoniadamente neurótica. Estaré volando de una a otra cosa mutuamente excluyente durante el resto de mi vida.
02- La perfección es terrible, ella no puede tener niños.
03- Seré una de las pocas poetisas en el mundo completamente feliz de ser mujer, no una de esas amargadas y frustradas, retorcidas imitadoras de hombres, que en su mayoría acaban destrozadas.
04- Las mujeres no son máquinas en las que pones monedas de bondad hasta que el sexo se cae.
05- Tengo miedo de casarme. Ahórreme de cocinar tres comidas al día, prepárese de la implacable jaula de la rutina y la rutina.
06- Yo no podía soportar la idea de que una mujer tuviera que tener una vida pura de soltera y de que un hombre pudiera tener una doble vida, una pura y otra no.
07- Sal y haz algo. No es tu habitación, la que es una prisión, eres tú mismo.
08- He intentado ser ciega en el amor, como las otras mujeres, ciega en la cama, con mi amante ciego, sin buscar, en la densa oscuridad, un rostro ajeno.
09- Respiré hondo y escuché el viejo alarde de mi corazón. Yo soy, yo soy, yo soy.
10- El problema era que yo detestaba la idea de trabajar para los hombres de cualquier forma que fuera. Quería dictar mis propias emocionantes cartas.
11- Haber nacido mujer es mi mayor tragedia.
12- Así que empecé a pensar que tal vez fuera cierto que casarse y tener niños equivalía a someterse a un lavado de cerebro, y después una iba por ahí idiotizada como una esclava en un estado totalitario privado.
13- Lo que odio es la idea de estar a merced de un hombre.
14- Esa es una de las razones por las que nunca quise casarme. Lo último que quería era seguridad infinita y ser el lugar donde se dispara una flecha. Quería el cambio y la emoción, y dispararme en todas direcciones, como las flechas de colores de un cohete del 4 de julio.
15- Das la misma impresión de ser algo hermoso, pero aniquilador.
16- No hay nada como vomitar con alguien para convertirte en viejos amigos.
17- Mi alma debe estar detrás de ti. Estoy matando mi carne sin ella.
18- Estos cantos, hermanas, sobrepasan al oído gastado.
19- Cómo necesitamos otra alma a la que aferrarnos.
20- Tengo que admirar profundamente a alguien para valorarlo como amigos.
21- Amo a la gente. Todo el mundo. Los amo, creo, como un coleccionista de sellos ama su colección.
22- Esta chica de quien hablamos en un paseo de abril ceremonioso.
23- Quizá nunca llegue a ser feliz, pero esta noche estoy contenta.
24- Si la luna sonriese, se te parecería.
25- Sí, hay alegría, satisfacción y compañerismo, pero la soledad del alma en su atroz autoconciencia es horrible e insoportable.
26- Si no esperas nada de nadie, nunca estarás decepcionado.
27- Me gusta demasiado la gente o nada. Tengo que ir a lo más profundo, caer en la gente, conocerla realmente.
28- Quiero que sea normal, que me quiera como yo a él.
29- El amor es una sombra, sí, pero cómo mientes y lloras en pos de él.
30- El problema era que yo siempre había sido inadecuada…
31- Soy vertical, pero preferiría ser horizontal.
32- Las fuentes resecas, las rosas terminan. Incienso de muerte. Tu día se acerca.
33- El porvenir es una gaviota gris, charla con voz felina de adioses, partida.
34- Ahora que me he perdido a mí misma, estoy harta de equipajes.
35- No tengo necesidad de pensar o de prepararme. Lo que sucede en mí tendrá lugar de todos modos.
36- Los dos, sí, deberíamos reencontrarnos en otra vida.
37- El sol se disuelve contra esa pared, desangrándose de sus luces.
38- Ni siquiera podía hablar contigo. La lengua se me pegaba a la boca.
39- El azúcar todo lo cura, dice la Bondad.
40- No soy capaz de ver adónde hay que ir.
41- Un mundo de días blancos y calvos en la cuenta sin sombras.
42- Ahora me deshago en pedazos que vuelan como mazos.
43- Soy de plata y exacto. Sin prejuicios.
44- No soy un árbol con las raíces en la tierra absorbiendo minerales y amor maternal.
45- La ciudad colgaba en mi ventana, chata como un cartel, brillando y titilando, pero muy bien podía no haber estado allí, por lo que a mí concernía.
46- He intentado no pensar demasiado. He intentado ser natural.
47- Antes de entregar mi cuerpo, debo entregar mis pensamientos, mi mente, mis sueños.
48- Quizás algún día me arrastre de regreso a casa, vencido, derrotado. Pero no mientras pueda hacer historias de mi angustia, belleza de la tristeza.
49- Y, por cierto, todo en la vida se puede escribir si tienes las agallas para hacerlo y la imaginación para improvisar. El peor enemigo de la creatividad es la duda.
50- No es fácil expresar lo que has cambiado. Si ahora estoy viva entonces muerta he estado, aunque, como una piedra, sin saberlo, quieta en mi sitio, mi hábito siguiendo.
51- La lucha constante en la vida madura, creo, es aceptar la necesidad de la tragedia y el conflicto, y no tratar de escapar a una solución falsamente simple que no incluya estas complejidades más sombrías.
52- Vi mi vida extendiendo sus ramas frente a mí como la higuera verde del cuento.
53- Sentí que mis pulmones se inflaban con la avalancha del paisaje: aire, montañas, árboles, gente. Pensé: «Esto es lo que significa ser feliz.».
54- La realidad es relativa, depende de con qué lente la mires.
55- Tuve oportunidades. Probé y traté. Cosí la vida a mi vida como una voz rara. Caminé con cuidado, con precaución, como un objeto extraño. Intenté no pensar demasiado. Traté de ser natural.
56- El suelo parecía maravillosamente sólido. Fue reconfortante saber que me había caído y que no podía caer más.
57- Quizás cuando nos encontramos queriendo todo, es porque estamos peligrosamente cerca de no querer nada.
58- Hora a hora, día a día, la vida se hace posible.
59- Lo más difícil es vivir en abundancia en el presente sin dejar que se manche por miedo al futuro o arrepentimiento por el pasado.
60- ¡Satisfacción! No podría vivir sin ella. Es como agua o pan, o algo absolutamente esencial para mí.
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